jueves, 22 de abril de 2010

Expertos instan a la FDA a reducir la sal en la dieta estadounidense: MedlinePlus



Expertos instan a la FDA a reducir la sal en la dieta estadounidense
Un panel de EE. UU. recomienda a la agencia reducir paulatinamente los niveles en la próxima década para proteger la salud pública


Traducido del inglés: miércoles, 21 de abril, 2010


MARTES, 20 de abril -- La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU. debería tomar medidas para reducir la cantidad de sal en la dieta estadounidense durante la próxima década, según recomendó un panel experto el martes.

En un informe del Instituto de Medicina, una agencia independiente creada por el Congreso para realizar investigaciones y asesorar al gobierno federal en temas de salud pública, el panel recomendó a la FDA reducir paulatinamente los niveles de sal que los fabricantes añaden por lo general a los alimentos.

"Reducir el consumo excesivo de sodio en la dieta estadounidense amerita establecer nuevos estándares federales para la cantidad de sal que los fabricantes de alimentos, restaurantes y compañías de servicio alimentario añaden a sus productos", aseguro la Academia Nacional de Ciencias en un comunicado de prensa.

El plan es que la FDA "limite gradualmente la cantidad máxima de sal que puede agregar a los alimentos, bebidas y comidas a través de una serie de reducciones incrementales", señaló la declaración. "El objetivo no es prohibir la sal, sino reducir la cantidad de sodio en la dieta promedio estadounidense por debajo de los niveles asociados con el riesgo de hipertensión [presión arterial alta], enfermedad cardiaca y accidente cerebrovascular, pero de manera gradual para garantizar que todos los alimentos siguen siendo deliciosos para los consumidores".

En una declaración publicada el martes por la tarde, la FDA dijo que ya estaba haciendo progresos en esa línea.

"En las próximas semanas, la FDA revisará las recomendaciones del informe del Instituto de Medicina más a fondo y diseñará un plan sobre cómo la FDA puede seguir trabajando con otras agencias federales, los grupos de salud pública y de consumidores y la industria alimentaria para apoyar la reducción de los niveles de sodio en los suministros de comida", dijo la agencia. "El Departamento de Salud y Servicios Humanos establecerá un grupo de trabajo interinstitucional sobre el sodio que revisará las opciones y las próximas medidas".

El Salt Institute, un grupo del sector, reaccionó conmocionado a la noticia. "La presión pública y la política superó a la ciencia", aseguró Morton Satin, director técnico del instituto.

"Hay pruebas por ambos lados sobre el tema, tanta en contra como a favor de la reducción del consumo de sal en la población general", apuntó Satin. "Expertos reconocidos en materia de hipertensión argumentan a favor y en contra del tema".

Sin embargo, la Dra. Jane E. Henney, presidenta del comité que escribió el informe y profesora de medicina en la Universidad de Cincinnati, dijo en una declaración que "desde hace 40 años conocemos la relación entre el sodio y el desarrollo de la hipertensión y otras enfermedades que amenazan la vida, pero no hemos logrado reducir con éxito la sal en nuestra dieta".

De acuerdo con el nuevo informe, el 32 por ciento de los adultos estadounidenses tienen en estos momentos hipertensión, y en 2009 se invirtieron más de $73 mil millones en el manejo y tratamiento de esta enfermedad. Además, la American Medical Association sostiene que reducir la cantidad de sal en los alimentos podría salvar 150,000 vidas en Estados Unidos al año.

"Existe claramente una relación directa entre el consumo de sodio y el resultado de salud", señaló Mary K. Muth, directora de investigación alimentaria y agrícola de RTI International, una organización de investigación sin fines de lucro y miembro del comité que escribió el informe.

Reducir el consumo de sal en la dieta estadounidense tardará algún tiempo, dijo Muth. Necesita llevarse a cabo en un proceso vigilado y paso a paso, explicó. "Los consumidores se adaptarán a un menor nivel de sodio que encontrarán igual de sabroso con las reducciones graduales en el tiempo".

No hubo debate en torno a los efectos para la salud del consumo excesivo de sodio, agregó otro miembro del comité, el Dr. Robert J. Rubin, profesor clínico de medicina de la Universidad de Georgetown en Washington, D.C. "Lo que hicimos fue recomendar estrategias para reducir el consumo de sal que estuvieran acorde con las directrices para los estadounidenses", apuntó Rubin.

Una de las estrategias implica que el gobierno revise los niveles de consumo de sodio como parte de la encuesta nacional de salud, destacó. A algunos de los participantes de la encuesta se le pedirán que se hagan pruebas de 24 horas que midan el contenido de sal en su orina. Esto lo hacen en Reino Unido y otros países, explicó Rubin.

Un programa federal también "ofrece a las compañías las reglas que necesitan para que sean capaces de trabajar en conjunto para reducir la sal en los productos alimenticios", dijo Henney en la declaración. "Reducir el nivel de sodio en el sector alimentario de manera paulatina y vigilada minimizará los cambios en el sabor y ofrecerá cantidades adecuadas de este nutriente esencial que sean compatibles con una buena salud".

La cantidad máxima diaria recomendada de sodio para un adulto es de 2,300 miligramos al día, la cantidad que contiene una cuchara de sal, mientras que el consumo recomendado adecuado es de 1,500 miligramos al día en promedio, señalaron los panelistas del Instituto de Medicina.

La ciudad de Nueva York es líder en el tema de la sal. En enero, la ciudad animó a los fabricantes de alimentos y restaurantes a reducir el sodio en los alimentos en 25 por ciento en los próximos cinco años. El programa de Nueva York ha sido respaldado por varias ciudades, incluidas Boston, Chicago y Los Ángeles.

Reducir el contenido de sal al mismo tiempo que se mantiene el sabor será un gran desafío para las compañías alimenticias, mucho más grande que disminuir las calorías al recortar el azúcar. Los edulcorantes artificiales no calóricos se usan ampliamente, pero no existe un sustituto disponible parecido para la sal.

Una experta apuntó que, por el momento, los consumidores también se enfrentan a un desafío.

"Todos los nutricionistas trabajan para reducir el consumo de sal en los pacientes", dijo en una declaración Karen Congro, nutricionista y directora del Programa de Bienestar de por Vida del Centro Hospitalario de Brooklyn de la ciudad de Nueva York. "Éste un problema enorme para las personas que comen alimentos procesados o en restaurantes. Cualquiera que consuma más de uno o dos alimentos procesados al día tendrá una sobredosis de sal. Imponer los estándares federales animará a los fabricantes de alimentos a crear mejores productos mediante el uso de hierbas y especias para mantener el sabor a la vez que reducen la sal".
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare

FUENTES: Morton Satin, technical director, Salt Institute; April 20, 2010, report, Institute of Medicine; Mary K. Muth, Ph.D., director of food and agricultural research at RTI International, Research Triangle Park, N.C; Robert J. Rubin, M.D., clinical professor, medicine, Georgetown University, Washington, D.C; April 20, 2010, statement, Karen Congro, R.D., nutritionist and director, Wellness for Life Program, Brooklyn Hospital Center, New York City; April 20, 2010, statement, National Academy of Sciences; April 20, 2010, statement, U.S. Food and Drug Administration

HealthDay

(c) Derechos de autor 2010, HealthDay


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