domingo, 8 de julio de 2012

De arte a ciencia en el control de la analgesia - DiarioMedico.com

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SANITAS LA MORALEJA PRUEBA EL MONITOR 'ANI'

De arte a ciencia en el control de la analgesia

La infra y la sobredosificación analgésica en las intervenciones quirúrgicas ya han demostrado ser perjudiciales. Por eso se está trabajando en el desarrollo de monitores que aumenten el control de la dosis de analgesia.
David Rodríguez Carenas | 06/07/2012 00:00

Fabien Paignez, Ignacio González y Emilio Matute
Fabien Paignez, Ignacio González y Emilio Matute, con ANI. (José Luis Pindado)
Emilio Matute, del Servicio de Anestesia del Hospital Sanitas La Moraleja, en Madrid, sitúa el inicio de la anestesia moderna a principios del siglo XIX: "Por aquel entonces morían uno de cada 500 pacientes en la especialidad; ahora es uno de cada 300.000-350.000". La evolución también se ha plasmado en las expectativas del paciente, reflejadas en su discurso: se ha pasado del antiguo doctor, quiero despertar de la anestesia, al doctor, no quiero sufrir.

No obstante, de la actual petición del enfermo se deriva que aún faltan pasos por dar, en concreto "en efectos secundarios como dolor o náuseas", recuerda Matute. Para conseguir darlos será complicado seguir confiando en los milagros farmacológicos: "Afortunadamente, es difícil encontrar mejores fármacos para quirófano". ¿Y entonces? "Tenemos que centrarnos en la monitorización. Por ejemplo, desconocemos la influencia de la anestesia en la recuperación de la enfermedad a medio-largo plazo. En los monitores de hipnosis de índice biespectral hemos visto que la infra o sobredosificación tiene repercusiones en la mortalidad a medio-largo plazo". También parece que afecta en oncología: ya hay estudios en mama y próstata que muestran que el exceso de opiáceos puede aumentar un 30 por ciento las recidivas en tumores.
  • 'ANI' determina unos valores de 0 a 100: lo ideal es el intervalo 50-70; por encima impera el sistema nervioso parasimpático, y por debajo, el simpático
Monitorización
El punto de inflexión hasta ahora en el tema de la monitorización se dio con los monitores de hipnosis, cuyo auge se produjo en la década pasada. Pero ahora se quiere ir un paso más allá: "Queremos detectar y prevenir si damos a nuestros pacientes la dosis adecuada de analgesia", señala Matute, que comenta que la anestesia ha sido siempre más arte que ciencia, porque la dosis correcta de analgesia se sustenta en la intuición -a partir de parámetros hemodinámicos básicos- y la experiencia previa. Ahora se trata de que aumente la proporción de ciencia y disminuya la de arte.

En esta línea, la compañía Dräger espera que el siguiente punto de inflexión esté en medir la estimulación nociceptiva a partir de la variabilidad del ritmo cardiaco, relacionada con el sistema nervioso autónomo o el tálamo y con la capacidad de la analgesia. Dräger ha traído a España, y concretamente a Sanitas La Moraleja -por el nivel de su equipo humano y tecnológico-, el dispositivo ANI, desarrollado por la compañía francesa MetroDoloris en el Hospital Universitario de Lille y con el marcado CE desde 2010.

Según Fabien Paignez, presidente ejecutivo de la compañía francesa, que ha venido a España a explicar su funcionamiento, ya está disponible en otros diecisiete países -su comercialización en nuestro país, tras las pruebas en Sanitas La Moraleja, se prevé para septiembre- y forma parte, junto a nuevos dispositivos para sufrimiento fetal y neonatología, del futuro en anestesia.

El funcionamiento de ANI se basa en la determinación de unos valores de 0 a 100 en los que lo ideal es el intervalo 50-70; por encima supone que impera el sistema nervioso parasimpático, y por debajo, el simpático.

"Se sustenta en un nuevo modelo de análisis matemático con unas mayores sensibilidad y especificidad. De seguir el sistema nervioso simpático se ha pasado a su negativo: el parasimpático. Además, consigue predecir con entre cinco y diez minutos los cambios hemodinámicos antes de producirse la estimulación nociceptiva", aporta Ignacio González, responsable del Departamento de Marketing de Dräger Medical Hispania.


Reducir las limitaciones
"Controlar la analgesia intraoperatoria tiene un problema: con la anestesia el dolor es difícil de detectar. Hay que basarse en un parámetro indirecto para inferir el dolor. Por eso, lo que esperamos de este monitor es que reduzca todo lo posible estas limitaciones", afirma Matute. "El dolor se puede detectar introduciendo al paciente en un equipo de tomografía computarizada por emisión de fotones individuales-resonancia magnética y observando la activación de los núcleos subcorticales cerebrales, pero en quirófano... se podría llevar a cabo con un electrodo en el tálamo, pero por ahora es ciencia-ficción".

Los estudios realizados hasta ahora han demostrado que, entre otras cosas, el dispositivo consigue reducir la dosificación de fármacos opiáceos, reduciendo así la hiperalgesia, según González, que adelanta que ya hay estudios para aumentar el control del uso de la epidural con ANI.

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