jueves, 5 de julio de 2012

La puerta que esconde cicatrices: el ombligo - DiarioMedico.com

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sistema de puerto único 'keyport'

La puerta que esconde cicatrices: el ombligo

Reducir los trócares que se introducen, de cinco a uno o dos: es una de las diferencias visibles entre la laparoscopia convencional y la cirugía keyport umbilical con la que trabajan en el Hospital madrileño de Getafe. Por el acceso umbilical entra el sistema de puerto único keyport, quedando la cicatriz escondida dentro del ombligo. Además de las ventajas estéticas, el dolor y el tiempo posoperatorio disminuyen. Los procedimientos van desde la prostatectomía radical hasta la nefrectomía, pielolitectomía, pieloplastia, reimplantación ureteral, cistectomía radical, etc.
Ana Callejo Mora   |  05/07/2012 00:00


Pedro Castillo, Ana Aparicio Díaz, Felipe Cáceres, Javier Angulo y Guillermo Andrés Boville
Pedro Castillo, Ana Aparicio Díaz, enfermera de quirófano, Felipe Cáceres, Javier Angulo y Guillermo Andrés Boville, residente de tercer año del Servicio de Urología del Hospital de Getafe. (Mauricio Skrycky)












A pesar de que el programa de entrenamiento comenzó en septiembre del pasado año, la experiencia del Servicio de Urología del Hospital Universitario de Getafe (Madrid) en cirugía de puerto único umbilical es extensa, puesto que 84 procedimientos de este tipo les avalan. Por ejemplo, "tenemos la serie más grande de prostatectomía radical publicada, con los primeros 31 casos -de 57- en European Urology", ha indicado Felipe Cáceres, adjunto del citado servicio. "En las prostatectomías radicales estamos consiguiendo resultados oncológicos muy buenos y los resultados iniciales funcionales también, aunque aún están pendientes de analizar a más largo plazo. La impresión es que el sangrado es menor".

El primer procedimiento en humanos fue una pielolitectomía transumbilical sin ningún tipo de puerto accesorio en un paciente con una piedra de 4 kilos en un riñón en herradura. A los dos días recibió el alta. El segundo caso fue una criptorquidia bilateral y el tercero una pieloplastia por puerto único. Después llegó la cistectomía radical por cáncer de vejiga infiltrante y la reimplantación ureteral, según ha detallado Cáceres.

Javier Angulo Cuesta, jefe del Servicio de Urología de Getafe, se reafirma en los beneficios para el paciente: "Parece una operación mágica porque no deja huella cosmética. Además, el dolor posoperatorio y el tiempo de recuperación son menores que en la laparoscopia convencional. Es cierto que el resto de ventajas -como una menor pérdida hemática, menor disfunción eréctil e incontinencia urinaria- son más difíciles de demostrar. Posiblemente, cuando haya una mayor experiencia se demostrará que son mejores porque los que se someten a la cirugía keyport umbilical son casos más seleccionados".
  • Con la cirugía 'keyport' umbilical el dolor postoperatorio y el tiempo de recuperación son menores que con la laparoscopia convencional
Tras ver a este equipo de urólogos en acción, Pedro Manuel Cabrera, adjunto del mismo servicio, ha explicado las características del caso. "Hemos realizado una nefrectomía parcial por acceso único a través del ombigo a una paciente con un angiomiolipoma renal de 8 cm que estaba previamente intervenida por un cáncer de ovario. Para la sutura del parénquima renal hemos usado un trócar accesorio de 3,5 milímetros". La enferma, que permaneció dos horas y media en quirófano, sangró menos de 100 mililitros y recibió el alta a los dos días.


Coste y formación
"Hoy en día, la cirugía laparoscópica ha reducido los tiempos, llegando a competir con la cirugía abierta. Sin embargo, tiene cierto componente de fungible, es decir, los quirófanos para hacer laparoscopia, y mucho más para la robótica, implican un coste exagerado no sólo de maquinaria sino también de material desechable para cada caso", ha comentado Angulo. "En el campo del puerto único hay dos opciones: una es utilizar material desechable y la otra, emplear material completamente reutilizable. La apuesta atractiva del que usamos nosotros, el keyport, es que no tiene un coste excesivamente alto, sobre todo porque se puede reutilizar en innumerables casos, hasta que se rompa. Esto nos ayuda a hacer un milagro desde el punto de vista de la gestión, porque es una cirugía de élite a un menor precio para un ente público".

¿Todo son ventajas? Para Angulo, la principal dificultad es la formación de cirujanos en esta técnica. "La mano derecha y la izquierda está cruzadas y es algo a lo que hay que acostumbrarse para evitar problemas de choque con los aparatos fuera del organismo. No sucede lo mismo en la cirugía robótica, donde el robot invierte la imagen mediante software".

Es una apuesta colectiva de grupo. Según Angulo, el empleo de estas técnicas supone precisamente eso, el logro del trabajo en equipo. "Hay que tener paciencia porque dentro del mismo servicio al principo no todo el mundo se beneficia igual desde el punto de vista facultativo". Cabrera ha explicado al respecto que "normalmente son dos cirujanos los que alcanzan el nivel de excelencia".

Para el desarrollo de las herramientas trabajan en estrecha colaboración con ingenieros de la empresa Richard Wolf, en Alemania. "Está siendo una experiencia singular, un verdadero proyecto tecnológico", ha concluido Angulo.

DE CERCA Y DE LEJOS

"Como futuro próximo y real está la divulgación de procedimientos del LESS híbrido, que consiste en la laparoscopia por puerto único umbilical en conjunción con la minilaparoscopia para pequeños complementos de la cirugía". Así lo ha afirmado Javier Angulo. "La diferencia entre el LESS híbrido y el puro es que el segundo no necesita colocar ningún trócar accesorio".A más largo plazo, "puede que llegue la cirugía robótica diseñada sólo para LESS. Habrá que desarrollar robots más pequeños y manejables para el abordaje umbilical. Ahora, el robot sale perdiendo frente al LESS porque los trócares que emplea son grandes y dejan una mayor cicatriz".

Nefrectomía parcial por angiomiolipoma

En las dos primeras imágenes los cirujanos realizan una nefrectomía parcial a través del ombligo a una paciente con un angiomiolipoma de gran tamaño. En la tercera fotografía se aprecia el detalle de la muestra mientras se extrae envuelta en una pequeña bolsa. En la última imagen se observa el angiomiolipoma embolsado, un tumor renal benigno constituido por vasos sanguíneos, músculo liso y tejido adiposo.

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