domingo, 8 de julio de 2012

Longevidad saludable | Opinión | EL PAÍS

Longevidad saludable | Opinión | EL PAÍS

Longevidad saludable

 

 

La clave de la longevidad saludable no está en la dieta mediterránea sino en la abstención de grasas saturadas (carne roja y mantequilla). Prueba de ello estriba en el hecho de que en países asiáticos, como Japón, donde alcanzan una longevidad con plenas facultades físicas y mentales, no siguen la dieta mediterránea.

Un estudio comparativo de los países cuya población lograr una longevidad con plenas facultades permite comprobar que en todos ellos coinciden en la abstención de grasas saturadas.

No es casual que el país del mundo con mayor tasa de enfermedades cardiovasculares, diabetes, neurodegenerativas, así como determinados tipos de cáncer sea EE UU, donde la esperanza de vida es menor que en las generaciones precedentes, al ser el de mayor consumo mundial de grasas saturadas.

Los caucásicos no han consumido carne roja hasta mediados del siglo pasado, bien por cuestiones religiosas bien por no tener acceso a la misma. En Grecia y Roma el consumo de carne era pequeño. La carne blanca (pollo, cerdo) era la carne que consumían los germanos y los celtas. En la Edad Media el consumo de carne de vacuno era inexistente, al igual que durante la Edad Moderna y Contemporánea. Es a partir de mediados del siglo pasado cuando se generaliza su consumo, coincidiendo con el aumento de enfermedades hasta entonces minoritarias.

Actualmente al consumo de grasas saturadas se suma el de grasas trans, lo que potencia estas mismas enfermedades y hace descender la esperanza de vida. Como dato comprobable está el incremento de la obesidad infantil junto a las enfermedades que conlleva, entre ellas la diabetes.— José María Álvarez Álvarez.

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